EL ENTUSIASMO Y LA ILUSIÓN

Vale la pena estar en paro, se está autoengañando. De ese modo su rabia e impotencia de no poder hacer nada para cambiarlo le parece inexistente. Los días de sueño y nostalgia normalmente pasan lentos y apacibles. El entusiasmo y la ilusión se van alternando y así el día se acaba y ni se ha enterado de camino a cama trás haber visto alguna película de la Biblioteca de las conchas. Otra vez ese amargo dolor y otra vez se decía a sí misma: "Esta es la película que me hubiera gustado dirigir". Parece algo imposible y eso le duele. De todas formas hay que seguir intentando aunque te digan cien veces que reciben miles de guiones al día. Habrá uno que le diga que sí y que le asegurará que leerá el guión.
Su afán de perfeccionismo le ha llevado escribir el guión más de lo previsto y lo ha correjido más de lo necesario.
De todas formas el entusiasmo es lo que ella siente por su guión y otra cosa distinta que vive de ilusión que no deja de ser una distorsión de la realidad.
-Me hace ilusión pensar que al señor X le va a gustar mi guión.
- Ya, cariño, pero si todavía no te atreves a mandarlo...
- No, sé...
- Si ni lo has intentado, cómo sabes si es bueno o no. A mí me ha gustado, no hace falta que lo cambies más.
- Dirá que yo no puedo dirigirlo porque no tengo experiencia y... Me hace ilusión dirigirlo.
- Ya, pero cómo te va a dejar dirigirlo tú.
- No sé... sé que es imposible...
Y así el día avanza, el trabajo de casa es aburrido y entre platos sucios y camas sin hacer se deslizan los sueños, las ilusiones y el entusiasmo que van tirando de ella porque si no...

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