UN DÍA CUALQUIERA 5

EN LOS CAPÍTULOS ANTERIORES:

CAPÍTULO 1: http://noticiasdeserbia.blogspot.com/2011/05/un-dia-cualquiera.html

CAPÍTULO 2: http://noticiasdeserbia.blogspot.com/2011/05/un-dia-cualquiera-2.html

CAPÍTULO 3 : http://noticiasdeserbia.blogspot.com/2011/05/un-dia-cualquiera-3.html

CAPÍTULO 4: http://noticiasdeserbia.blogspot.com/2011/05/un-dia-cualquiera-4-paradise-lost.html

Gregoria está sentada en su umbral y está poniendo el atún en un trozo de pan que le ha dejado la gitana gorda que vive en la casa de la esquina. Bueno, es que no sé como se llama y le tenía que poner algún apodo. Esa tiene una mala leche... Está sentada en una silla negra de plástico en una pequeña plazoleta mirando como pasa la gente y cotilleándo. Siempre me pregunta lo mismo "¿Qué hora tienes?", pero es que no es sólo a mí, a mi marido le pregunta lo mismo. Es que son un poco monotemáticas, esas gitanas.
Gregoria se está comiendo el bocata con mucho gusto. Deja al lado la lata de atún vacía y pone esa mirada perdida que pone cuando se siente sola. Empieza a hablar sola. Dicen que habla sola, pero yo sé que es con su difunto marido. La miro con ternura desde mi ventana y sonrío. Bueno, al fin y al cabo ya no está sola.
Entre tanto llega el hijo mayor y deja su bici arrimada a la pared y entra dentro.
Cuando termina de comer el bocadillo entra dentro y empieza a cortar una col en el suelo de azulejos. Luego va a por una olla y va poniendo los trozos dentro. Me da pena que no tiene una madera de cortar, pero es que yo no trabajo y no le puedo comprar una, además sus hijas tienen unos cochazos que no veas y yo voy en autobús. Pienso, que triste, los hijos que no trabajan, las hijas que no le ayudan económicamente... y qué hace la pobre, pues a mendigar. Cuando nos ve a mi y a mi marido pasar cerca de la Catedral nueva le da vergüenza y baja la cabeza.
Poco después de llegar a nuestra casa llegan Gregoria y su hijo menor que ha ido a recogerla de "trabajar". Entran dentro y le pregunta al hijo mayor "¿Está ya la col?"
Este contesta como simpre algo que sólo ellos entienden. Fisgoneo desde la ventana como comen.
Me imagino que no hay trozos de carne dentro del caldo o a lo mejor sí.
De vez en cuando viene una de las hijas a limpiar y se va temprano. A veces discute con Gregoria.
Claro, como la pobre no tiene nada para dejarle en herencia para que se iba a esforzar...

Comentarios