EL JURAMENTO DE KOSOVO Y SUS MANIPULACIONES

El juramento de Kosovo y sus manipulaciones

Zoran Pavlović

el conde Lazar

Los sucesos bélicos a finales de siglo XX, entre otros, han creado un nuevo cliché  – los serbios se han convertido en "el pueblo celestial".
El fragmento de los poemas épicos erróneamente citado se ha convertido en herramienta con la cual se ha querido destacar la pertenencia nacional y la supremacía del pueblo serbio sobre otros, sobre todo aquellos que han sido enfrentados directamente en la guerra civil, lo que venía bien a las estructuras de izquerda gobernante. Además de este, otro motivo más ha sido usado como modo de desacreditar los políticos que no pensaban lo mismo - el motivo de la traición de Vuk Branković. Algunos protagonistas de la escena política se denominaban los Branković por parte de aquellos que no han demonstrado que son mejores ni que entienden el sentido del juramento de Kosovo. Incluso  si tienen razón, los que se toman el derecho de llamar a alguien traidor, tienen que  demostrar con su propio ejemplo cómo se defiende la tierra y cómo se sacrifica por la patria, cómo se siguen los ideales eternos que contiene la fe ortodoxa. Eso en este caso no hubo, sino sólo la retórica vacía para el barato beneficio político. Estos dos motivos sacados de contexto, sin la  explicación cristiana, pudieron engañar a los votantes anafalbetos religiosos, con lo cual se dañaba no sólo políticamente, sino también el auténtico juramento de Kosovo, que de ese modo se malintepretaba y seguía siendo desconocido para el pueblo serbio. 
Esa retórica equivocada ha sido recibida con alegría por parte de aquellos en el lado antinacionalista, los representantes del espíritu cívico a quienes se les pone la piel de gallina sólo con mencionar a santo conde Lazar y Kosovo, y para los quienes todo el terror de los conflictos balcánicos empezó con el despertar del nacionalismo serbio. Tanto los años 90 como hoy, les molestaban los que se decalaraban a favor de Kosovo, y además hoy día Kosovo para ellos es un estorbo en el camino hacia un futuro "mejor y más feliz" en el abrazo de los pueblos "desarrollados" europeos. Los de la educación comunista y anacional, es decir absolutos  anafalbetas nacionales y religiosos,  han usado y usan el latigillo "el pueblo celestial" para burlarse de los que están a favor de Kosovo y mofarse de los cimientos del pensamiento nacional serbio. Dirigiéndose al pueblo anafalbeto, con facilidad encontraron sus seguidores que aceptaron sus mofas cívicas de aquello que para nuestros antepasados valía la vida. Así que, gracias a la nomenclatura socialista y los ideólogos cívicos, el juramento de Kosovo era y es condenado a permanecer al margen de los pensamientos ideológicos, lejos de los pueblos, y sobre todo de la juventud.

LA FE EN CRISTO, NO EL MITO
El juramento de Kosovo significa cómo los serbios viven el cristianismo, el testimonio que los héroes de Kosovo han equiparado su destino con Jesucristo, al igual que todos los que más tarde escribían los poemas del ciclo de Kosovo y todos aquellos que  transmitían esos poemas de generación en generación, los que los cantaban con "los gusle" (instrumento en forma parecida a una guitarra, de una sola cuerda) en las noches del reinado turco, y todos aquellos que los escuchaban con la esperanza de tener un mañana mejor. Asi se fundaba la identidad nacional serbia, basada en la fe cristiana en la Resureción. Al igual que Cristo ha resucitado, y al igual que los muertos resucitarán, así los serbios creían que resucitarán y el subyugado pueblo serbio un día será libre. Los serbios perecían al igual que Jesucristo perecía, Kosovo se convirtió en Viernes santo serbio, después del cual viene inexorablemente la resurección, es decir la liberación nacional. 
Para la interpretación cristiana de la batalla de Kosovo no tiene importancia ninguna si Vuk Branković traicionó o si hubo o no hubo traición, lo cual es el tema favorito de los historiadores,  lo que se resolvió en la ciencia ya en el siglo XIX. Para la comprensión de la identidad cristiana serbia es esencial comprender que el poeta popular y todo el pueblo que esos poemas aceptaba y transmitía a futuras generaciones como suyas, tomó el personaje de Vuk Branković como el personaje del traidor Judas. Si no existiera Branković, ese papel haría otro, porque alguien tenía que hacerlo. Además de eso, en los poemas en algunos lugares claves se hizo paralela entre la historia de Jesucristo del Nuevo testamento – Lazar es el seguidor de Cristo que perece por el salvamento de su pueblo, La cena de los condes (Kneževa večera) es una copia de la Última cena, y la muchacha de Kosovo que cura las heridas de los héroes, se parece a las mujeres que van el domingo a la tumba de Jesús. 
Toda esa historia el pueblo serbio aceptó como su destino, con lo cual testificó su fe en Nuestro Señor Jesucristo y Su Resurección. Esa historia ha sido durante siglos fuente de  tendencias de liberación del pueblo serbio, hasta la batalla de Kumanovo en 1912.

LA FE CRISTIANA
 
La continuidad del juramento de Kosovo a lo largo de nuestra historia es un claro testimonio de nuestra fe cristiana. Lo mismo opina uno de los más grandes historiadores serbios Radovan Samardžić: "Un juramento así y una elección así no son ni leyenda ni mito, sino una idea profundamente cristiana, que dentro de la necesidad vital, aceptó un pueblo verdaderamente religioso". Sin embargo a pesar de todos los  testimonios históricos refutables que afirman esa tesis, hay gente que interpreta este tema de manera distinta. Ellos se empeñan en negar la importancia de juramento de Kosovo declarando que es un mito, conforme el racionalismo ateista moderno, a quienes molesta la fe y todo lo que es de carácter cristiano, lo cual, por supuesto, crea el deseo de destruir las huellas cristianas, lo cual se produce con la interparetación errónea. Para los ateos Nuestro Señor Jesucristo no es Dios y Hombre, sino el fundador de una religión en la cual ellos no creen, porque no pueden ver a Dios con sus ojos y entender con su intelecto. Algunos incluso dudan de la existencia de Dios. Lo que sigue es que el poeta popular estaba equivocado y así equivocado inventó el relato en el que creían algunas masas incultas del pueblo. Hoy en día, según ellos, son otros tiempos, la ciencia ha progresado, "está demostrado" que Dios no existe, y por consiguiente el juramento  de Kosovo es sólo un mero mito, que a finales del siglo XX nos ha traido muchos males porque ha sido causa de guerras, de la agresión serbia y muchas más cosas. Según ellos, el pueblo serbio,  si quiere un mañana mejor tiene que renunciar a ese "mito" urgentemente, y eso significa y se interpreta también renunciar su fe, porque ese "mito" no es otra cosa que la verdadera vivencia de la viva fe. Eso es otro testimonio más del agresivo ateismo de los neojacobeistas, que a través de los ataques al juramento de Kosovo atacan al cristianismo también, con lo cual se desnuda su empeño por las libertades de la fe, lo que en realidad significa la libertad dentro de los confines del portal de la iglesia, y no el testimonio activo de la Iglesia en la sociedad. Entonces eso ni siquiera es la libertad.

"EL PUEBLO CELESTIAL"

Para subrayar el argumento que es sumamente necesario que nos anclemos a la tierra sirve también y la interpretación equivocada de la elección, de Santo conde Lazar y los héroes de Kosovo, del Reino celestial. Los intérpretes ateistas  desconocen su significado, mas tienen como fin de convertirlo en una farsa. Para ello han usado el latigillo "el pueblo celestial" , que debe confirmar todo sinsentido del juramento de Kosovo y la necesidad de su rápido olvido. Desde el punto de vista de un ateo, que no cree en la resurección de los muertos y la vida después de la muerte, la elección del conde Lazar es verdaderamente absurda, así que es imposible explicar a gente así el sentido del sacrificio de Lazar. Pero, es fatal el hecho de que ellos difunden sus opiniones y dejan nuevas generaciones de la juventud en la ceguera intelectual. El pueblo anafalbeto religioso, atado a los valores materiales de este mundo, tiende a creeer en todo aquello que se le sirve a través de los medios de comuncación y por consiguiente creen también en la interpretación ateista del termino "el pueblo  celestial". A las clases gobernantes de los años 90 ese latigillo servía para levantar la conciencia nacional, pero de forma equivocada, porque aparte de enorgulleserse por ser el pueblo "celestial", de donde se deduce que otros están por debajo de nosotros, no han conseguido nada, tan sólo han hecho más profundo el vacío intelectual en el cual el pueblo se encontraba. Los ideólogos de la visión liberal - cívica del mundo  se burlaban de ese latigillo abiertamente, porque ¿cómo alguien a finales de siglo XX y principios de XXI puede creer en una cosa así? 
No tienen razón ni unos ni otros. Según la interpretación de  obispo vladike Atanasija Jevtića, el verdadero significado de la elección de santo conde Lazar  del Reino celestial es el cumplimiento del mensaje de Jesús a sus discípulos: "Pedid primero el Reino de Dios y Su justicia, y el resto se os añadirá todo". Eso significa que el cristiano aquí en la tierra tiene que pretender la justicia y verdad de Dios, cumplir los mandamientos de Dios, vivir la vida litúrgica. Esas son las bases de la fe que los serbios recibieron el la segunda mitad del siglo IX , la fe que ha asentado San Sava con sus obras y que con sus muertes han testificado los héroes de Kosovo. El santo conde Lazar y sus soldados eligieron el Reino celestial mucho antes de la batalla de Kosovo, viviendo según la fe cristiana, lo que se representa en la tradición épica con la eucaristía en la iglesia de Samodreži. Después de eso se fueron a la batalla para demostrar de ese modo también que son verdaderos cristianos, que no temen la muerte porque creen en la resurección de los muertos, que Nuestro Señor Jesucristyo es su único Camino, Verdad y Vida, cumpliendo así los dos  mandamientos más grandes de Jesús  – ama a tu Señor y ama a tu prójimo, es decir defendiendo a Europa cristiana y defendiendo a sus prójimos, mas no hay mayor amor que cuandoa alguien da su vida por sus prójimos. El pensamiento cristiano era no sólo según los poemas épicos, sino según todas las fuentes históricas, habitual para la sociedad medieval, y de ese modo pensaban y las generaciones venideras serbias. Es decir, el sentido de la elección de Kosovo no signaifica que los serbios son "el pueblo celestial" que no está escrito en nigun poema épico, sino que la generacion serbia de aquél entonces  desde el gobernador santo conde Lazar hasta el sirviente  Milutin han elegido el Reino celestial, es decir la vida en Cristo en este y en otro mundo. Con otras palabras, los serbios no son por la definición "el pueblo celestial", sino que cada serbio elige o no durante su vida el Reino celestial, y de modo que vive o no vive la vida litúrgica en la Iglesia de Cristo, tomando o no la eucaristía, cumpliendo o no los mandamientos de Dios. Y aquellos que han vivido y viven la vida litúrgica – en la edad media bajo el imperio turco, en el siglo XIX o hoy, nunca dirían de sí mismo que son "el pueblo celestial", sino que apocados en una esquina de la iglesia se arrepentían y trataban de conseguir la tranquilidad y la paz cristiana. El justo pensamiento cristiano excluye el orgullo que causa el latigillo "el pueblao celestial" y está en contra de cualquier egoismo, de donde se deduce que el latiguillo "el pueblo celestial" totalmente opuesto a la elección cristiana del Reino celestial. 
No todos los serbios siempre elegían el Reino celestial. Somos testigos que en el siglo XX hasta hoy día, había muchos serbios desde comunistas hasta los demócratas cívicos, que se mofaban de eso y abiertamente con palabras y obras elegían el reino terreste, el reino material y corrupto, sin pensar en el pecado y la eternidad y disfrutando de muchas maneras.  Las consecuencias lógicas de una vida así sin Dios es la caída de la moral que es obvia. 

A FAVOR DE KOSOVO 
No es nuestra intención de imponer a alguien que cree en la Resureción de Jesús ni que sige los ideales de santo conde Lazar y  los héroes de Kosovo, los poetas populares y todos aquellos que escuchaban esos poemas y los transmitían a sus hijos en vez del alfabeto. Pero, por el otro lado, es triste que los malintencionados falcifican la verdad histórica, y ella nos dice que nuestros antepasados eran profundamente religiosos y que esa religiosidad los daba furerzas para aguantar las tentaciones más duras, lo que puede y debe ser el ejemplo a seguir para las nuevas generaciones. Es triste que aquellos que no creen en los ideales de Lazar menosprecían el juramentoa de Kosovo, que denominan mito la verdadera fe en la Resureción de Nuestro Señor Jesucristo, es decir un invento, que, en una palabra, cambian la identidad nacional del pueblo serbio, tratando de  convertirlo en una masa anafalbeta que aceptará sin rechistar la nueva ideología  cívica y de ese modo se pierde en un mundo sin los ideales cristianos y nacionales. Lo que han empezado los comunistas, han continuado los liberales cuasidemócratas, y unos y otros provienen de la misma fuente ideológica  – ateisa y materialista.
Mas todos esos pensamientos tristes tienen corta vida. Vivirá este pueblo, y vivirá el juramento de Kosovo, tal y como ha escrito  Radovan Samardžić: "La elección de Kosovo es el rasgo más profundo que describe el carácter común de los serbios. Si a ese pueblo, como se quiso muchas veces, de su conciencia histórica se saca a la fuerza la tradición sobre Kosovo, eso ya no será el mismo pueblo. Él quedará inválido intelectual. Parece que, sin embargo, las raices de la autoconciencia serbia, enredándose, han crecido en la tierra de Kosovo y que, después de la arada más profunda, alguna pequeña raíz sin embargo sobrevivirá ese mal de antaño y sacará nuevos brotes".
En consonancia con esto es el mensaje a todos nosotros que hoy creemos en los ideales de Lazar a ser preparados, con nuestro propio ejemplo, a comfirmarlo cada día, en paz y en la guerra.

 
traducción: VESNA ILIJINA





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